MI OMBLIGO
Mi ombligo es tan bonito, tan especial, tan feo, tan lleno de cicatrices, tan sensible. Mi ombligo es tan mío y sobre todo tan singular y tan trabajado. Desde mi ombligo yo vivo, pienso, sueño, me muero, entiendo, me debato, aprendo, amo, odio, recapitulo, me entristezco, me vuelvo loca, tengo manifestaciones místicas, veo, me vuelvo solitaria, encuentro manos amigas, me enamoro, deseo, pierdo el control, soy divina, asquerosa, truculenta, bonita, buena persona, gentil, amargada. Desde mi ombligo soy: duda, histeria, frío, calor.
Mi ombligo, lo he mirado tanto, lo conozco tanto, todos los procesos y los bailes bailados los he hecho con mi ombligo; con mi ombligo casi soy sabia, casi soy bruja, casi soy poeta, casi soy mujer, casi soy alegría, casi soy sexo, casi soy fluida, casi veo, casi ensueño, tengo plata, viajo, rompo el ruido, abro compuertas; con mi ombligo he visto cosas maravillosas, casi estoy sana, mi ombligo es mi amado ombligo y si me pusiera a elegir sólo elegiría a mi ombligo, porque qué otro ombligo puede tener mis poderes y mis traumas. Todos los otros ombligos que he visto desde mi ombligo son tan corticos , tan mal curados, tan poco trabajados, aunque he de aceptar que he amado a otros ombligos y es que mi ombligo se pega a otros ombligos y aveces desprecia a otros ombligos por poco brillantes, por eso, es un privilegio que concedo al amar a otros ombligos. Algunas veces no he podido aceptar que hayan ombligos que desprecien el amor de mi ombligo, porque yo que amo tanto mi ombligo, que lo sé tan especial ¿ cómo entender que no amen a mi ombligo? Si mi ombligo ha sufrido mucho por esta causa, pero si soy un ombligo poeta, sensible, ensoñador, vidente entonces ¿ por qué no aman a mi ombligo? Y entonces pienso que seguro es que no han visto bien a mi ombligo, porque este ombligo si que vale la pena. Amo mi ombligo, lo amo, pero algo pasa, mi ombligo me tiene harta, lo he vivido y revivido y me tiene harta y es mi propio ombligo el que ha empezado a sospechar que hay algo más allá de él, que es lo mismo que siempre ha visto pero algo más, mi ombligo mismo en secreto ha empezado a querer ver los mismos árboles desde otro lado que no sea él, los amores desde otro lado que no sea él, ,ser tan especial pero no por él, poder hundirse en algo sin él, con el tal vez, sólo no desde él, recapitular ya no desde él. Mi ombligo se me pone suicida, está buscando los ojos, las manos, el ser de otra cosa que no sea él. La alegría y sobretodo el gozo del cual un día mi ombligo oyó hablar y yo le digo a mi ombligo – por favor no te vayas a matar- tal vez nos sea posible encontrar otro lado desde donde mirar y podamos asistir tu y yo a ese encuentro- le digo –ombliguito, fue por ti que llego ha estar harta de ti y a querer ver desde otro lado, pensar desde otro lado, soñar desde otro lado, meditar desde otro lado, hacer poesía desde otro lado, jugar desde otro lado. Es sólo que mi ombligo y yo no sabemos en dónde está ese otro lado, sospechamos eso si, que ese otro lado, no está cerca ni lejos, porque ese otro lado tiene que ser el infinito y el infinito no tiene puntos cercanos o lejanos, el infinito es el no espacio del espacio, así, mi ombligo y yo estamos queriendo saltar al vacío.
Mi ombligo es tan bonito, tan especial, tan feo, tan lleno de cicatrices, tan sensible. Mi ombligo es tan mío y sobre todo tan singular y tan trabajado. Desde mi ombligo yo vivo, pienso, sueño, me muero, entiendo, me debato, aprendo, amo, odio, recapitulo, me entristezco, me vuelvo loca, tengo manifestaciones místicas, veo, me vuelvo solitaria, encuentro manos amigas, me enamoro, deseo, pierdo el control, soy divina, asquerosa, truculenta, bonita, buena persona, gentil, amargada. Desde mi ombligo soy: duda, histeria, frío, calor.
Mi ombligo, lo he mirado tanto, lo conozco tanto, todos los procesos y los bailes bailados los he hecho con mi ombligo; con mi ombligo casi soy sabia, casi soy bruja, casi soy poeta, casi soy mujer, casi soy alegría, casi soy sexo, casi soy fluida, casi veo, casi ensueño, tengo plata, viajo, rompo el ruido, abro compuertas; con mi ombligo he visto cosas maravillosas, casi estoy sana, mi ombligo es mi amado ombligo y si me pusiera a elegir sólo elegiría a mi ombligo, porque qué otro ombligo puede tener mis poderes y mis traumas. Todos los otros ombligos que he visto desde mi ombligo son tan corticos , tan mal curados, tan poco trabajados, aunque he de aceptar que he amado a otros ombligos y es que mi ombligo se pega a otros ombligos y aveces desprecia a otros ombligos por poco brillantes, por eso, es un privilegio que concedo al amar a otros ombligos. Algunas veces no he podido aceptar que hayan ombligos que desprecien el amor de mi ombligo, porque yo que amo tanto mi ombligo, que lo sé tan especial ¿ cómo entender que no amen a mi ombligo? Si mi ombligo ha sufrido mucho por esta causa, pero si soy un ombligo poeta, sensible, ensoñador, vidente entonces ¿ por qué no aman a mi ombligo? Y entonces pienso que seguro es que no han visto bien a mi ombligo, porque este ombligo si que vale la pena. Amo mi ombligo, lo amo, pero algo pasa, mi ombligo me tiene harta, lo he vivido y revivido y me tiene harta y es mi propio ombligo el que ha empezado a sospechar que hay algo más allá de él, que es lo mismo que siempre ha visto pero algo más, mi ombligo mismo en secreto ha empezado a querer ver los mismos árboles desde otro lado que no sea él, los amores desde otro lado que no sea él, ,ser tan especial pero no por él, poder hundirse en algo sin él, con el tal vez, sólo no desde él, recapitular ya no desde él. Mi ombligo se me pone suicida, está buscando los ojos, las manos, el ser de otra cosa que no sea él. La alegría y sobretodo el gozo del cual un día mi ombligo oyó hablar y yo le digo a mi ombligo – por favor no te vayas a matar- tal vez nos sea posible encontrar otro lado desde donde mirar y podamos asistir tu y yo a ese encuentro- le digo –ombliguito, fue por ti que llego ha estar harta de ti y a querer ver desde otro lado, pensar desde otro lado, soñar desde otro lado, meditar desde otro lado, hacer poesía desde otro lado, jugar desde otro lado. Es sólo que mi ombligo y yo no sabemos en dónde está ese otro lado, sospechamos eso si, que ese otro lado, no está cerca ni lejos, porque ese otro lado tiene que ser el infinito y el infinito no tiene puntos cercanos o lejanos, el infinito es el no espacio del espacio, así, mi ombligo y yo estamos queriendo saltar al vacío.

Que bonito Yuri.....ahora me siento mas ombligo que nada!
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